Re: Habitación de Lykaios.

**Lykaios S. Krunn** Dom Mar 14, 2010 3:21 am

Su forma de reír le enervaba y perdió, durante unos segundos, el control de su magia. El fuego que hasta ese momento había mantenido a raya surgió con una llamarada débil desde la punta de su dedo. No llegó a herir a Lúthien, o eso creía, y de todas formas era una llama demasiado pequeña.

- Si te conozco algo, Lúthien, puedo decir que lo fácil no es lo tuyo - Y empezó a caer. De no conocer su habitación, habría intentado impedirlo pero sabía sobre qué estaba cayendo. Entre los cojines, la seda y su propio pelo, Lykaios se medio incorporó con los codos y observó a Lúthien con expresión neutra y vacía, ningún sentimiento reflejándose en su rostro.

- No creo que vaya a salir algo bueno de todo esto - Parecía no importarle mucho pese a haberlo dicho.

**Lúthien Felagund** Dom Mar 14, 2010 3:32 am

-¿Hay algún ser más pecador que un demonio? - su expresión ahora era seria - no saldrá nada bueno, no. De eso se trata.

Lúthien hincó una rodilla en el colchón y quitándose el broche de la túnica del hombro la tela cayó, dejando al descubierto una camiseta interior negra, muy fina y unos pantalones negros también, de lino. Ya estaba de rodillas en la cama.

-Espero que después no te ilusiones ni me persigas por ahí diciendo que me amas y que te he robado el honor, Sammael.

**Lykaios S. Krunn** Dom Mar 14, 2010 3:38 am

Suspiró. No, nada bueno iba a salir de ahí. Y sí, de eso se trataba exactamente. Así había sido siempre entre Lúthien y él y así sería. Para dos criaturas como ellos, ese era el quid de la cuestión.

Enredó, entre distraida y sin razón aparente deliberadamente, un dedo en un mechón de pelo azabache mientras que con la mano libre abría su propia túnica de la más cara entre las caras sedas. No tardó demasiado en acabar con los botones y hacer a un lado la tela, mostrando sólo un pecho demasiado blanco y demasiado fino.

- Espero que después no vengas aquí suplicando, Felagund - Sonrió, con acidez - ¿Cuándo he tenido yo honor? ¿Cuándo ha tenido alguno nosotros honor?

**Lúthien Felagund** Dom Mar 14, 2010 3:45 am

-No sé de qué estás hablando con eso de "suplicar", y buena razón tienes, nunca has tenido honor. - Lúthien se había quitado la camiseta, estaba delgado y su pelo caía hacia delante. Metió una mano en el hueco que había dejado libre su camisa abierta y acarició el pequeño torso. Se reclinó contra él y lo volvió a besar.

¿Por qué?

Porque Sammael era alguien importante para él, aunque no lo amara (quería pensar), cosa que no admitiría ni aunque lo amenazaran con el fuego eterno del infortunio en el sótano más oscuro y terrible del infierno.
Nunca.

**Lykaios S. Krunn** Dom Mar 14, 2010 3:55 am

Se permitió sonreírle sólo unos segundos de forma fugaz y desgarradoramente sincera para alguien que vivía mintiendo. Al fin y al cabo, Lykaios era un maestro del engaño. Formaba tanto parte de él que a veces creía olvidar cómo se decía la verdad o se hacía algo con sinceridad.

- Tú tampoco - Obligó a su propio cuerpo a no buscar más contacto con esos dedos y le observó con detenimiento y toda la intensidad que pudo reunir hasta que estuvo demasiado cerca. No rompió el beso, pero tampoco puso fácil que siguiera. Se apartaba siempre que tenía oportunidad, huía de los labios de Lúthien y los evitaba sólo para buscarlos después.

De nuevo, chasqueó los dedos. No parece haber ningún cambio pero al trazar con el índice una espiral sobre el pecho desnudo de Lúthien sabe de algún modo que ha quemado la piel. Dibujará esa espiral todas las veces que haga falta cada vez que la herida se cure.

No podía decirse que sintiese amor por Lúthien. Se consideraba a sí mismo incapaz de sentir amor. De sentir cualquier cosa mínimamente real más allá del odio o el deseo crudos. Nada más que su propia superioridad. Pero sí tenía un sentido de la propiedad demasiado marcado y lo que consideraba suyo...suyo era hasta que él quisiera.

**Lúthien Felagund** Dom Mar 14, 2010 4:08 am

Lúthien le quitó la ropa que le quedaba a Lykaios y se la quitó a si mismo. Se recostó contra Sammael, y dejando la charla a un lado definitivamente empezó a acariciarle, a llevar sus manos donde no deberían estar.

La espiral en su pecho empezaba a molestar ligeramente, no demasiado, pero sí a picarle. Cogió su mano y la aprisionó contra el colchón, callando cualquier queja con un beso. Puso un dedo sobre los labios de Lykaios después.

-Necesitarás lubricación, machinae.

**Lykaios S. Krunn** Dom Mar 14, 2010 4:13 am

Odiaba ser dominado de esa manera y no tener las fuerzas suficientes para liberar sus brazos. Odiaba ser tratado con demasiada delicadeza, como si por cualquier cosa se fuese a romper. Odiaba las gentilezas inútiles.

Mordió el dedo de Lúthien pero no puso un gran afán en lamerlo. No quería nada suave y bonito. No esa vez.

- Como si el dolor me importara, Lord - Le dio a la última palabra un tono burlón, casi de odio puro, y se formó en sus labios una sonrisa demasiado amarga y ácida - No necesito esas tonterías.

**Lúthien Felagund** Dom Mar 14, 2010 10:54 pm

Lúthien se sintió por un momento como un idiota. Pero sólo por un momento. Enseguida se recompuso y puso su mejor sonrisa. Las alas de lord que lo caracterizaban se extendieron a su espalda con el sonido del viento ser cortado. Unas plumas negras cayeron sobre la cama.

-Muy bien, chico duro. - Cogió a Lykaios por la cintura y sin pensarlo dos veces se dejó llevar en un vaivén primero dificil y más tarde fluido, cogió la mandíbula de Sammael y no supo si le hizo daño porque tenía la razón nublada pero apretó mucho, luego lo besó furiosamente y lo soltó, con el esfuerzo dibujado en la cara.

**Lykaios S. Krunn** Dom Mar 14, 2010 11:03 pm

Sabía que iba a doler y no le importaba. Entrecerró los ojos y apretó los dientes mientras las plumas negras caían a su alrededor. A su cerebro le dio tiempo a pensar "Oh, encantador. Muy poético" antes de que sus uñas se clavasen en las palmas de sus manos y de su garganta surgiese más un rugido que un grito demostrando que apretar los dientes servía más bien para poco.

Dolía como si el mismísimo Lucifer hubiese decidido arrancarle un brazo a base de girarlo y lo peor era que lo prefería así. De no ser por el dolor, podría ser demasiado romántico y estúpido y no podría soportar esa estupidez.

Lúthien casi le desencajó la mandíbula al apretar y le hizo una herida en el labio. La sangre escurrió por su barbilla mientras él le observaba intentando no decir nada, no mostrar nada. Lo único que demostró que estaba sintiendo algo además de su grito ronco inicial fueron sus uñas arañando la espalda de Lúthien con saña.

**Lúthien Felagund** Dom Mar 14, 2010 11:31 pm

Lo que no habían conseguido las llamas lo consiguieron las uñas de Lykaios. Mentiría si dijera que Lúthien sintió correr la sangre en finos hilos por su espalda, porque no lo hizo, pero ésta sí que corría. Sus alas se tensaron y el vaivén se volvió más rápido y fuerte. La verdad era que si Lúthien en un principio había sido cortés con Lykaois esto había sido un reflejo de su "amistad", en ese momento lo estaba tratando como si fuera una muñeca de trapo para saciarse, no se preocupó ni un sólo instante en si lo estaba pasando bien o mal. Poco le importaba.

Tras varias embestidas por fin Lúthien paró, con la boca semiabierta y los ojos entornados, su respiración era entrecortada y reconoció algo parecido al sudor bañando su frente, con mechones de pelo plateado pegados a esta, húmedos.

Se separó de Lykaios y sus alas tensas se replegaron. De repente se acordó de que no estaba solo y se le ocurrió mirar un momento a Sammael, de reojo.

No parecía estar en buen estado.

**Lykaios S. Krunn** Dom Mar 14, 2010 11:41 pm

En ningún momento dejó de dolerle. Incluso al final, cuando se suponía que tenía que acomodarse al menos un poco, dolía. Y luego, además, escocía. Pero en más de ochocientos años de vida Lykaios había aprendido que no podía esperar que otros le diesen lo que necesitaba y lo que él necesitaba en ese momento era desahogarse.

Lúthien se tensó y él se relajó. No había conseguido nada, pero no conseguiría nada en ese momento. Le habría dicho que si tenía la osadía de no avisar y hacer lo que le diese la real gana dentro de su cuerpo le cortaría la cabeza de no ser porque prefería no abrir la boca y dejar que se le escapara un gritito ridículo. Cuando Lúthien terminó, Lykaios se mordió el labio herido y entrecerró los ojos mirándole con rencor mientras que, con un único y suave roce de sus dedos, se dejaba llevar hacia el orgasmo encima de su propio estómago.

**Lúthien Felagund** Dom Mar 14, 2010 11:49 pm

Lúthien se sorprendió un poco aunque su expresión era seria y no delataba nada parecido a la sorpresa. Al final Lykaios había llegado al orgasmo. En su fuero interno no había contemplado aquello. Lúthien se dejó caer sobre el colchón, delgado pero innecesariamente largo como era sus pies sobresalían un poco por los pies de la cama, sintió el "vacío" allí, en sus pies, el aire era más frío allí abajo, inconscientemente se encogió un poco buscando el cálido colchón.

Maldita sea, era un lord demoníaco, ¿desde cuándo le importaban a él los cambios de temperatura?. Soltó una risilla y se quedó mirando el techo de la cama. Hacía mucho que no se sentía tan "humano", intentó buscar más sentimientos parecidos en su interior sin mucho resultado.

-Eres toda una cortesana, Lykaios.

**Lykaios S. Krunn** Lun Mar 15, 2010 12:42 am

No se molestó en cubrirse de nuevo o en limpiarse. Estaba absurdamente enfadado y eso no era algo común en él. Miró el techo, ausente, y con un gesto hizo aparecer frente a sus ojos a una distancia prudencial una llama que hizo danzar y girar con un dedo. Hacer esas cosas le relajaba.

- La mejor que podrás encontrar - Porque bueno, incluso en esas cosas, Lykaios conservaba su titánico orgullo. Miró de reojo a Lúthien y la llama tembló. Casi había visto nacer a ese mastodonte. Hubo una época en la que incluso era más bajo que él... - Mocoso imbécil...

**Lúthien Felagund** Vie Jun 18, 2010 11:00 pm

Se giró para verlo y apoyó la cabeza en la palma de la mano, de lado y medio tapado por las sábanas de seda oriental. Compuso su sonrisa más arrogante.

-Sólo eres una cabra viejales con envidia de mi hermosa y resplandeciente juventud. Pero tranquilo, lo entiendo. - Se retiró el pelo de la cara para ver mejor y vio el cuerpo delgado y pequeño de Sammael. Tuvo el impulso de volver a tocarlo, de volver a poner la mano encima de su piel y cerrar la palma con violencia. Quería hacerle daño. Cerró un momento los ojos para calmar la tormenta interior de placer que lo embargaba sólo de imaginar que clavaba las uñas en su espalda haciendo correr la sangre. Suspiró y volvió a entreabrir los ojos.

**Lykaios S. Krunn** Vie Jun 18, 2010 11:31 pm

Alguien había metido el dedo en la mayor debilidad de Lykaios. La vejez era una de las cosas que más le aterraban, no la vejez en sí misma si no...el deterioro. Se amaba demasiado como para que su físico sufra los estragos de la edad, como para dejar alguna vez atrás esa apariencia fina y estúpidamente delicada con la que se había encarnado en el mundo. Y no podía dejar pasar algo como eso.

Refunfuñando, se alzó con los codos y observó a Lúthien con los ojos entrecerrados.

- Y tú, maldito crío, tienes las pestañas más abundantes y largas que una fulana barata.

Fingió no ver la repentina contención. Había tratado con Lúthien demasiado como para darle importancia.

**Lúthien Felagund** Vie Jun 18, 2010 11:54 pm

-Si fueran igual que las de una fulana barata, sería una fulana barata pero es evidente que no. Estúpida cabra, tengo las pestañas más hermosas de Babilonia. - Lúthien se retiró el pelo y algunos se quedaron enredados en sus cuernos. - En realidad tus cuernos de cabra son cómodos para peinarse, yo... bueno... tengo estos magnánimos cuernos de Lord ... ya sabes... - Sonrió con prepotencia y en su mejilla apareció una diana donde ponía "Bofetada"

**Lykaios S. Krunn** Vie Jun 18, 2010 11:58 pm

Y Lykaios montó en cólera (y cólera no era un caballo) y se alzó del todo. La furia brillaba en sus ojos azules y, durante unos minutos, perdió el control de su propio poder. De las puntas de sus dedos brotaron pequeñas llamas que estuvieron a punto de hacer arder la habitación hasta que pudo controlarse lo suficiente como para dirigir su ira hacia Lúthien.

- Felagund... - Si no le doliese prácticamente el 99'9% del cuerpo, algo muy malo habría pasado - No. Eres un idiota malcriado. Yo te malcrié. Estúpido mocoso...

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